Semanas antes de iniciar el viaje a USA estuve mirando las webs de la mayoría de las cadenas de comida rápida de Estados Unidos que operaban en la costa oeste o en Florida, donde íbamos nosotros. Aunque no era nuestra intención pasar el día en sitios de comida rápida estaba claro que en alguna ocasión íbamos a caer, así que estudié todos los menús para ir a tiro fijo y elegir con sabiduría.
Uno de esos días en los que no sabíamos muy bien donde comer acabamos en el Burger King. No esperaba que la experiencia fuera muy diferente a la que podríamos tener en España (es más, lo sabía porque no era la primera vez en mi vida que iba a un BK en USA), pero la verdad es que si algo saco en claro de BK y otras cadenas de comida rápida de Estados Unidos es que son bastante decrépitas.
Me pedí un menú gigante BK Triple Staker. Tenía mucha hambre así que tiré por lo alto pidiendo una hamburguesa triple con queso y bacon. Pensaba que me iba a tener que salir rodando de allí pero nada más lejos de la realidad. La hamburguesa pese a ser triple cada filete era bastante fino (más fino que si te pides una simple diría), tanto que incluso diría que realmente era como comerte una doble normal.
No hay mucho que añadir al sabor de la hamburguesa, ya que es idéntica a la que te puedes comer aquí. El mismo queso y el mismo bacon en el mismo pan. Esto no es estrictamente malo ya que el sabor de las hamburguesas de BK me gusta, aunque sabiendo que hablamos de un lugar de comida rápida y no es precisamente elBulli.
Lo más destacable quizás era el tamaño de la bebida en el menú gigante. No tengo ninguna foto del vaso pero creo recordar que era de dos litros y encima la podías rellenar las veces que quisieras (esto ya es pura agonía) aunque a continuación os dejo un par de capturas de la web de BK para que comparéis la hamburguesa real con la publicitaria y veáis como es el baso grande de Burger King.